sábado, 21 de mayo de 2011

Quienes dicen haberlos visto los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y trasparentes, que flotan y pueden no tener contorno definido; pero también aparecen opacos, más raramente de cuerpo entero y con apariencia de persona normal. Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz u orbes. Su aparición no suele sobrepasar unos segundos, raramente un minuto; cuando ocurre la temperatura baja sensiblemente;
Como las leyendas etiológicas, están ligados a un lugar, una leyenda, un mito, una noticia trágica; algunos, los llamados residuales, realizan siempre los mismos actos repetitivamente y su actitud no es comunicativa; otras veces sí es consciente, pero lo corriente es que terminen siendo esquivos y huidizos; podría decirse que tienen más miedo o angustia ante los seres vivos que nosotros ante ellos; sólo unos pocos entre ellos son abiertamente benéficos o malignos y hostiles. Algunas veces han sido vistos y grabados traspasando muros sólidos; algunos pueden mover o transportar objetos de leve peso, pero siempre por poco tiempo. Obedecen a las leyes de la perspectiva según el punto del espacio desde el que se los contempla; muchos parecen sólidos y opacos, por lo que pueden ser filmados; se reflejan en los espejos y producen ruidos sincronizados con sus movimientos (pasos, etc).
Ciertas personas, los llamados clarividentes, médiums, Ashanes o chamanes, dicen observarlos con frecuencia o poder comunicarse con ellos; asimismo prácticas conocidas como la canalización mediúmnica y la necromancia o nigromancia aseguran poder hacer que los muertos se encarnen otra vez brevemente. Según qué tradición, los fantasmas aparecen con distinto atavío, más o menos relacionado con su muerte (el clásico de la literatura occidental es el sudario o sábana mortuoria); el momento difiere, aunque por lo común es a la puesta de sol, a medianoche, en luna llena, a una hora fija o en una fecha determinada, por lo general la de su muerte, o de noche; sin embargo hay también apariciones poco puntuales que "se manifiestan" de forma imprevista e imprevisible en cualquier momento, incluso a mediodía. Los parapsicólogos los clasifican en residuales y conscientes; los residuales repiten siempre lo mismo y parecen ajenos a quienes los ven; los conscientes poseen actitud comunicativa y pueden interactuar con los vivos
Los estudiosos del fenómeno afirman que existen también fantasmas de personas vivas (bilocación, doppelganger, fetch...) y documentan también la aparición de fantasmas de animales (por ejemplo el Perro negro, el Dip, la Pesanta o el Cadejo, entre otros), barcos, trenes, aviones, casas y pueblos fantasmas e incluso objetos fantasmas, como los tsukumogami japoneses o los domésticos de parasoles (karakasa) y linternas (chōchinobake).
La creencia en aparecidos (muertos que vuelven a aparecer para encomendar alguna misión) o revenants (lo mismo, en francés), espectros, ánimas del Purgatorio, almas en pena, o fantasmas es muy propia de la naturaleza humana, ha generado y genera una amplia literatura (novela gótica o de terror), inspira la cinematografía y el teatro y ha creado innumerables leyendas y mitos, si es que estos, inversamente, no han creado este bulo; la ciencia considera creer en fantasmas un tipo de superstición muy asentado en la psicología del ser humano, porque se alimenta de la necesidad de vida eterna, como la religión, y sublima una muerte inaceptable y aborrecible por medio del acto apotropaico de creer que la conciencia pervive más allá del fin de la misma. Estudios recientes indican que muchos occidentales creen en fantasmas; en sociedades donde la religión tiene mucho predicamento, como los Estados Unidos, una encuesta demostró que el 32% de sus habitantes cree en fantasmas y en la vida luego de la muerte o más allá, siempre en forma paralela a la religión o de forma menos regulada por un sistema escatológico como han hecho las religiones más frecuentes, que se aprovechan de este meme antropológico para crear estructuras económico-culturales de creencias.
Desde el más primitivo animismo, que otorga vida a todo lo semoviente o dotado de movimiento y evolución, así como a las fuerzas de la naturaleza (el aire, el agua, el fuego, la vegetación, los astros), muchas de estas categorías pueden asociarse, formar criaturas mixtas y recibir denominación o nombre, como el ángel o los dioses medio animales o animalizados de los egipcios y los japoneses. El fantasma vendría a ser una entidad entre el cuarto y quinto tipo por su origen humano, bien diferenciada de duendes, diaños, demonios, yōkai, genios, elfos, silfos, hadas y longaevi, restos de religiones desaparecidas a los que Heinrich Heine llamaba "dioses en el exilio".
Para los pueblos primitivos los fantasmas tenían una vida infinitesimal y miserable, insuficiente para animar y mover un cuerpo, hacer latir su corazón y darle aliento o respiración, pero vida al fin y al cabo, ya que tenían bastante o la suficiente fuerza para manifestarse en los sueños para atormentar o avisar a los vivos o como sombras y apenas necesitaban alimento (en las culturas antiguas con culto a los manes y antepasados había un día anual designado para alimentarlos con ofrendas de alimentos o sacrificios, que los cristianos han sustituido por flores en el Día de difuntos o de Todos los Santos). Así se calmaba a los antepasados y se aseguraba su benéfica influencia. La creencia en fantasmas se testimonia desde los primeros textos escritos sumerios y egipcios: el fantasma de Enkidú se apareció a Gilgamesh en la llamada Epopeya de Gilgamesh.
Fantasmas : Fantasma saliendo de una tumba - 18 de May del 2011     
    
Fragmento de un programa de televisión peruano en el que supuestamente captaron una fotografía en la que el fantasma de una mujer joven parecía salir de uno de los nichos del cementerio donde estaban grabando...

 cuidado con los fantasmas de las carreteras unos jovenes fallecieron por causa de estos satanismos y fantasmas de las carreteras.

                                     Clases de fantasmas

G. N. M. Tyrrell, autor de un clásico libro sobre el tema, Apparitions (Apariciones), publicado en 1943, identificaba cuatro grupos principales en base a la conducta adoptada por los presuntos espíritus, más conocida que su propia naturaleza.
  • Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un miembro más de la familia.
  • Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar muy poco tiempo después de la muerte de la persona vista; no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o un acontecimiento concreto.
  • Apariciones en casos críticos: el aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante (a menudo desconocida por el testigo de la aparición), como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte.
  • Aparición inducida. En estos casos, el fantasma no es el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo que intenta deliberadamente hacer que su imagen se haga visible a otra persona; se habla entonces de bilocación, si se trata de santos, o en el folclor alemán de doppelganger (en el irlandés, fetch).

                                 Fantasmas y Espiritismo

Según el Espiritismo o "doctrina espírita", como se decía en el siglo XIX desde que este movimiento fue configurado por Allan Kardec y la teósofa Helena Petrovna Blavatsky, el alma humana sobrevive a la muerte del cuerpo material y dispone de un otro cuerpo llamado periespíritu. Los fantasmas serían seres humanos desencarnados capaces de manifestarse haciendo perceptible el periespíritu a los sentidos ordinarios. En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma, sino eidolon, espíritu, ente o entidad. Algunas almas no habrían pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse eternamente, por simple obstinación o por poseer demasiado apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas de este nivel de existencia. Otra explicación a este fenómeno, que permite una leve unificación entre la física contemporánea y esta creencia sobrenatural, y que se funda en presuntos experimentos llevados a cabo con equipo técnico en varias partes del mundo a partir de 1945, sugiere que al momento de morir, subsiste de algún modo la "información cuántica", el modelo molecular del ser vivo, la cual, mediante la combinación de factores adecuados,de espacio,tiempo y energìa, (sitios con apropiados niveles de energia del tipo iones positivos), se manifiesta como si tuviera un cuerpo (forma material difusa popularmente denominada "ectoplasma" o "periespíritu"), pudiendo realizar acciones (ruidos, movimiento de objetos,apariciones),lo cual depende en gran medida del voltaje e intensidad del campo de iones positivos presente en dicho lugar. El fundamento principal de esta teoría se basa en que toda acción realizada en el espacio requiere una fuente de energía que es recargada por el espectro en estos lugares electromágneticamente saturados de cargas electrónicas libres (electrones sueltos en el aire u otras substancias). Dicho cuerpo difuso le proporcionarìa al espectro sensaciones similares a las de la persona viva, obviamente con sus limitaciones, pero sensaciones al fin y al cabo, lo que explicarìa tambièn los casos en los cuales las psicofonìas y otras anomalías captadas en sesiones de espiritismo reproducen frases inconclusas o absurdas como "siento frìo" o "yo, qué estoy haciendo aqui". De cualquier forma, esto no seria mas que un reflejo hologràfico-electrònico de un personaje muerto tiempo atrás.

                              Comunicación con fantasmas

A medida que el hombre moderno ha ido desarrollando nuevas tecnologías de comunicación, los interesados en obtener información de fantasmas las han usado y así se habla de psicofonías o grabaciones sonoras en las que supuestamente se oye la voz o los movimientos de algún difunto, o de psicoimágenes, imágenes estáticas o en movimiento en las que presuntamente puede distinguirse alguna presencia fantasmal.

                                                 Origen

 La creencia en aparecidos (muertos que vuelven a aparecer para encomendar alguna misión) o revenants (lo mismo, en francés), espectros, ánimas del Purgatorio, almas en pena, o fantasmas es muy propia de la naturaleza humana, ha generado y genera una amplia literatura (novela gótica o de terror), inspira la cinematografía y el teatro y ha creado innumerables leyendas y mitos, si es que estos, inversamente, no han creado este bulo; la ciencia considera creer en fantasmas un tipo de superstición muy asentado en la psicología del ser humano, porque se alimenta de la necesidad de vida eterna, como la religión, y sublima una muerte inaceptable y aborrecible por medio del acto apotropaico de creer que la conciencia pervive más allá del fin de la misma. Estudios recientes indican que muchos occidentales creen en fantasmas; en sociedades donde la religión tiene mucho predicamento, como los Estados Unidos, una encuesta demostró que el 32% de sus habitantes cree en fantasmas y en la vida luego de la muerte o más allá, siempre en forma paralela a la religión o de forma menos regulada por un sistema escatológico como han hecho las religiones más frecuentes, que se aprovechan de este meme antropológico para crear estructuras económico-culturales de creencias.


¿ y tu cres en fantasmas?  pues crelo

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